"El Extranjero" es el tercer disco de Nikita Nipone, en el que siguen en el camino del rock cancionero con letras que mezclan el cinismo y la (auto) reflexión. En una búsqueda por reflejar el sonido exacto de la banda, los Nikita grabaron las bases en vivo, a la vieja usanza.
El resultado es un disco crudo, que los muestra en su estado natural, sin la necesidad de recurrir al clásico en vivo, y en el que predominan las guitarras, que toman la posta en los mejores momentos ("Apagar el motor", "Analía", "Opciones", "Mi Territorio").
La idea que sobrevuela este nuevo material es la que le da el nombre al mismo, tanto en el sentido literal ("Mi no entender. Mi no comprendo. Soy extranjero. Hábleme lento") como en otras acepciones: extranjero social ("No me importa el qué dirán, porque dirán tantas cosas que, ni siquiera escuchando, entendería los reclamos de la gente que no me deja ser"); extranjero en uno mismo ("Por eso hoy voy a apagar el motor. Voy a frenarme y retomar el control"); extranjero en la pareja ("complacer es querer ceder el trono del terreno que ideaste para vos").
Luego de Convoy Larrosa, el desaparecido proyecto que los unió momentáneamente a Andrés Calamaro y Jorge Larrosa, y con el que dejaron dos temas como registro, Nikita Nipone vuelve con un disco fiel a su estilo.
Como bonus track, mezclan los viejos modos de grabación con los nuevos tiempos de distribución (¿extranjeros temporales?), y lo dejan para que se pueda bajar gratis desde su bandcamp.
Los medios pierden demasiado tiempo intentando demostrarse objetivos. Y nunca lo van a lograr.
viernes, 30 de marzo de 2012
viernes, 16 de marzo de 2012
"La Revuelta", de Bersuit Vergarabat
Es injusto. Una banda crece por la capacidad/calidad de sus integrantes, por lo que pueden generar todos juntos, pero la voz es la marca identificativa. Y cuando se va el cantante, es difícil que continúe o que, al menos, no se resienta y que al oído de cualquier desprevenido suene como una banda nueva. Es injusto. Pero es real.
La separación en buenos términos de Bersuit Vergarabat terminó no siendo tal. Como resultado de esta, Cordera sorprendió con un gran disco ("Suelto") y lo continuó con un retorno a los hits/fiesteros/cumbieros ("La Caravana Mágica"). Por otro lado, Juan Subirá se despachó en un tono más introspectivo y bien alejado de su faceta bersuitera ("Fisura Expuesta"). Y casi todo el resto (Cóndor Sbarbatti, Daniel Suárez, Oscar Righi y Pepe Céspedes) armaron De Bueyes, y sacaron "Más que una yunta", un disco dominado por el sonido de Bersuit.
A fines del año pasado, con un comunicado en su página, la banda anunció su regreso, claro, sin Cordera, y unos meses después sacó "La Revuelta".
El mismo está plagado, ya desde el nombre, de (demasiadas) invocaciones al pasado, al cambio y a esta nueva etapa, en lo que pareciera una necesidad de reafirmación constante, como en "Cambiar el alma" ("Otra vuelta, hay más rosca en esta tuerca"), en "La Revuelta" ("Tiene que ver con revivir. Tiene que ver con recordar. Tiene que ver con cantar. Y estar en la Revuelta con Bersuit Vergarabat"), o en "Afónico", donde de manera ¿divertida? lo saludan a su ex compañero con un cálido "Adiós querido amigo, la puta que te parió". Lo que parecen haber olvidado es que la mayoría de los que van a escuchar "La Revuelta", escuchan a la Bersuit Vergarabat desde hace mucho, que se mantienen ajenos a estas peleas internas (hasta se habla de una traición en la canción), y, en definitiva, cantar en contra del Pelado (parte fundacional de la misma) les resta más que sumarles (¿qué van a hacer cuando en vivo surja el eterno "solo te pido que se vuelvan a juntar?).
Es más, aunque si uno quiere, en casi todas las canciones encuentra alguna mención a lo pasado, cuando abandonan este tipo de invocaciones, aparecen (que irónico) los mejores momentos del disco como en "Dios te salve", tema bien bersuitero, en "Santa Cecilia" con la participación de la inconfundible voz de Vicentico, en "Es solo una parte", donde vuelven a regresar con Andrés Calamaro, y en la gema "Cargamos".
Con un sonido que recuerda a la última etapa de la banda, "La Revuelta" marca el inicio de la era D.C., y a la vez funciona como un disco de transición para una banda acostumbrada a mutar. Con algunos altibajos, Bersuit volvió pero queda claro que la ida de Cordera los dejó (injustamente) heridos.
La separación en buenos términos de Bersuit Vergarabat terminó no siendo tal. Como resultado de esta, Cordera sorprendió con un gran disco ("Suelto") y lo continuó con un retorno a los hits/fiesteros/cumbieros ("La Caravana Mágica"). Por otro lado, Juan Subirá se despachó en un tono más introspectivo y bien alejado de su faceta bersuitera ("Fisura Expuesta"). Y casi todo el resto (Cóndor Sbarbatti, Daniel Suárez, Oscar Righi y Pepe Céspedes) armaron De Bueyes, y sacaron "Más que una yunta", un disco dominado por el sonido de Bersuit.
A fines del año pasado, con un comunicado en su página, la banda anunció su regreso, claro, sin Cordera, y unos meses después sacó "La Revuelta".
El mismo está plagado, ya desde el nombre, de (demasiadas) invocaciones al pasado, al cambio y a esta nueva etapa, en lo que pareciera una necesidad de reafirmación constante, como en "Cambiar el alma" ("Otra vuelta, hay más rosca en esta tuerca"), en "La Revuelta" ("Tiene que ver con revivir. Tiene que ver con recordar. Tiene que ver con cantar. Y estar en la Revuelta con Bersuit Vergarabat"), o en "Afónico", donde de manera ¿divertida? lo saludan a su ex compañero con un cálido "Adiós querido amigo, la puta que te parió". Lo que parecen haber olvidado es que la mayoría de los que van a escuchar "La Revuelta", escuchan a la Bersuit Vergarabat desde hace mucho, que se mantienen ajenos a estas peleas internas (hasta se habla de una traición en la canción), y, en definitiva, cantar en contra del Pelado (parte fundacional de la misma) les resta más que sumarles (¿qué van a hacer cuando en vivo surja el eterno "solo te pido que se vuelvan a juntar?).
Es más, aunque si uno quiere, en casi todas las canciones encuentra alguna mención a lo pasado, cuando abandonan este tipo de invocaciones, aparecen (que irónico) los mejores momentos del disco como en "Dios te salve", tema bien bersuitero, en "Santa Cecilia" con la participación de la inconfundible voz de Vicentico, en "Es solo una parte", donde vuelven a regresar con Andrés Calamaro, y en la gema "Cargamos".
Con un sonido que recuerda a la última etapa de la banda, "La Revuelta" marca el inicio de la era D.C., y a la vez funciona como un disco de transición para una banda acostumbrada a mutar. Con algunos altibajos, Bersuit volvió pero queda claro que la ida de Cordera los dejó (injustamente) heridos.
Etiquetas:
bersuit vergarabat,
crítica,
discos,
gustavo cordera,
la revuelta,
música
viernes, 9 de marzo de 2012
"La Orquesta del Titanic", de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat
Luego de la exitosa gira que los unió en 2007, en la que por estos lares llenaron cuatro veces la cancha de Boca y pasaron por Mendoza, Rosario y Córdoba, Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat contraatacan pero esta vez, como debe ser, con un disco bajo el brazo.
Las once canciones que forman "La Orquesta del Titanic" fueron compuestas en conjunto, y son el resultado de la mezcla de dos estilos parecidos pero distintos. Así, pasa por momentos más Sabineros ("Después de los despueses", "Quince o veinte copas", "Cuenta conmigo"), y otros que recuerdan al Serrat de viejas épocas ("Martínez", "Canción de Navidad"), pero cada uno con claras influencias del otro. Un ejemplo de esto es "Idiotas, palizas y calientabraguetas" que mezcla un sonido ¿Serratero?/¿Serratista? con la prosa Sabinera ("Princesas, anoréxicas, fulanas, zulúes, japonesas, catalanas, Cualquier hembra merece un buen poeta menos la estrecha calienta braguetas")
En sus últimos discos solista, Sabina había remarcado que le costaba mucho escribir debido a su nueva felicidad junto a Jimena "Rosa de Lima" ("Es difícil escribir siendo feliz. Y yo ya llevaba varios años así… Imagínense, los domingos veía televisión con mi novia. Mis amigos me decían: ¿Feliz? ¿Tan bajo has caído, Joaquín?"). Por eso, para "Vinagre y Rosas" se juntó con Benjamín Prado (recién separado), y en esta oportunidad con su ex y actual compañero de gira.
Esto parece estar funcionándole (si bien es anterior, cabe recordar el grandioso "Enemigos Íntimos" junto a Fito Páez), ya que "La Orquesta del Titanic" resulta en un conjunto de muy buenas canciones como "Hoy por tí, mañana por mí" en la que incluso arman una reunión cumbre con Mario Benedetti, la mencionada "Después de los despueses" que recuerda por momentos a "19 días y 500 noches" en versión más lenta, o la sometida "Cuenta conmigo" ("Si buscas alguien que te trate mal cuenta conmigo... Y si se trata de tratarte bien/ Mejor que un millonario sin dinero/ Olvídate de chulos todo a cien/ Por ti seré un perfecto caballero")
Con este nuevo material, Sabina y Serrat abren la segunda etapa de esta sociedad y, sumado al grato recuerdo de 2007, generan gran expectativa para los shows que se vienen.
Las once canciones que forman "La Orquesta del Titanic" fueron compuestas en conjunto, y son el resultado de la mezcla de dos estilos parecidos pero distintos. Así, pasa por momentos más Sabineros ("Después de los despueses", "Quince o veinte copas", "Cuenta conmigo"), y otros que recuerdan al Serrat de viejas épocas ("Martínez", "Canción de Navidad"), pero cada uno con claras influencias del otro. Un ejemplo de esto es "Idiotas, palizas y calientabraguetas" que mezcla un sonido ¿Serratero?/¿Serratista? con la prosa Sabinera ("Princesas, anoréxicas, fulanas, zulúes, japonesas, catalanas, Cualquier hembra merece un buen poeta menos la estrecha calienta braguetas")
En sus últimos discos solista, Sabina había remarcado que le costaba mucho escribir debido a su nueva felicidad junto a Jimena "Rosa de Lima" ("Es difícil escribir siendo feliz. Y yo ya llevaba varios años así… Imagínense, los domingos veía televisión con mi novia. Mis amigos me decían: ¿Feliz? ¿Tan bajo has caído, Joaquín?"). Por eso, para "Vinagre y Rosas" se juntó con Benjamín Prado (recién separado), y en esta oportunidad con su ex y actual compañero de gira.
Esto parece estar funcionándole (si bien es anterior, cabe recordar el grandioso "Enemigos Íntimos" junto a Fito Páez), ya que "La Orquesta del Titanic" resulta en un conjunto de muy buenas canciones como "Hoy por tí, mañana por mí" en la que incluso arman una reunión cumbre con Mario Benedetti, la mencionada "Después de los despueses" que recuerda por momentos a "19 días y 500 noches" en versión más lenta, o la sometida "Cuenta conmigo" ("Si buscas alguien que te trate mal cuenta conmigo... Y si se trata de tratarte bien/ Mejor que un millonario sin dinero/ Olvídate de chulos todo a cien/ Por ti seré un perfecto caballero")
Con este nuevo material, Sabina y Serrat abren la segunda etapa de esta sociedad y, sumado al grato recuerdo de 2007, generan gran expectativa para los shows que se vienen.
Etiquetas:
crítica,
discos,
joan manuel serrat,
joaquín,
La Orquesta del Titanic,
música,
sabina,
serrat
Suscribirse a:
Entradas (Atom)