domingo, 27 de septiembre de 2009

EN BUSCA DE UNA NUEVA LEY DE RADIODIFUSIÓN

“No es cierto que sea un proyecto K”, fue el punto de partida de la exposición de la licenciada en Ciencias de la Comunicación Mariana Baranchuk, quien ofreció una charla sobre el proyecto de Ley de Medios ayer en Taller Escuela Agencia (TEA) en compañía de Gustavo Granero, secretario general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN).
Además afirmó que si bien se basa en los 21 puntos redactados por la Coalición por una radiodifusión democrática, hubo 1200 aportantes en 24 foros que se realizaron alrededor de todo el país. “Los foros fueron un ejercicio, bastante inédito, de democracia directa”, aseguró.
También comparó los puntos principales del nuevo proyecto de ley con la ley vigente, entre los que destacó la diferencia en los posibles prestadores y en la disminución de la cantidad de licencias otorgadas. “El tema de la multiplicidad de licencias conjuntamente con el tema de quienes pueden ser prestadores hace al eje de la pluralidad, y el tema de la multiplicidad de licencias por sí solo hace al eje de la desmonopolización y de la desconcentración del sistema”, aseveró Baranchuk.Por su parte, Granero se mostró conforme con el proyecto de ley sobre todo con la finalización de “los monopolios que destruyeron miles de puestos de trabajo” y que “eliminaron la diversidad ideológica”. “En Clarín hay videoredactores, que son trabajadores que aparte de hacer la nota, la transcriben para el portal, son usadas para el diario impreso, tienen que mandar el video para TN y por las dudas tiene que hacer un copete por si a Radio Mitre le interesa, ¿cuántos puestos de trabajo se rompen?. Es hipócrita pensar que con esta ley se pierden puestos. Si ya los destruyeron”, sentenció Granero.
En las audiencias públicas que se hicieron con respecto a este tema, Victor Hugo lo expresó mejor que nadie:

domingo, 6 de septiembre de 2009

EL PODER DE LAS REDES

El pasado 12 de junio las elecciones presidenciales de Irán desencadenaron en una revuelta social por un supuesto fraude en manos del presidente electo Mahmud Ahmadineyad. Para evitar la rápida divulgación de imágenes que demostraban (y denunciaban) la represión de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes, además de censurar a los medios tradicionales, se bloqueó el acceso a YouTube, Facebook, Twitter, y otras redes sociales de Internet, al igual que a diversos servicios de noticias online y la telefonía móvil.
A pesar de todas estas medidas tomadas por el gobierno de turno, fue imposible frenar la circulación de videos que mostraban los hechos de violencia y los testimonios de los protagonistas a través de Internet, y que luego fueron tomados por los medios tradicionales de todo el mundo.
De esta manera, una de las premoniciones que el escritor, economista y tecnólogo David de Ugarte hizo en su libro “El poder de las redes”, se volvió realidad: “Ejemplos no faltan en los últimos años de gobernantes que han pensado que bastaría con controlar los filtros tradicionales (prensa y TV) para condicionar a los ciudadanos asegurándose de que sólo les llegaría la información conveniente. El trasfondo de las nuevas redes informacionales distribuidas les opondría sin embargo a miles de ciudadanos en las calles”
Ugarte considera que el potencial de la blogosfera “reside en que desaparece de hecho la capacidad de filtro: eliminar o filtrar a un nodo o a un conjunto de nodos no frenará el acceso a la información. Al contrario del sistema informativo descentralizado, es imposible “cortar puentes” y controlar la información que llega a los nodos finales mediante el control de unos cuantos emisores”.
Y en este caso, el potencial, tanto de publicación como de consulta, de las redes sociales quedó demostrado.