viernes, 27 de enero de 2012

"Excursión al Zoo", de Izquierda Champagne

"Excursión al Zoo" (2010) es el disco debut de Izquierda Champagne, en el que incursiona en el rock con tintes funk y algunos (los menos) pop, y con una fauna propicia, donde el Zoo no es más ni menos que el mundo entero.
La banda está liderada por el "Tano" Mugnolo (también conocido como Paco Belfiore), un líder carismático (piensen en la primera banda que se les venga a la cabeza con un tano a la cabeza y todo lo que eso significa, y ya se van a hacer una idea del señor, salvando las distancias, claro), que se hace cargo de la voz, el teclado, y las letras, en las que juega con personajes y situaciones, utilizando el humor y la ironía como herramienta principal.
La banda se completa con Juan Carena (batería), Martín García Reinoso (guitarra y coros), Nicolás Simone (guitarra) y Ramiro Vulijscher (bajo).
El mismo Mugnolo (o Belfiore, como gusten) pareciera ser el protagonista de dicha excursión que incluye noches largas ("Trago duro"), un viaje funky por Río con un objetivo claro ("Hola minina, tudo bem. Dicen que en Brasil se coge"), personajes adicionales no menos importantes ("La Droguería de Nick"), crítica social a su manera ("Pobres contra pobres"), homenaje idiomático a sus orígenes ("La desgracia de Non Nicola"), y una noche lisérgica (a causa de estar aburrido del Counter Strike) en la canción que le da nombre al disco.
Ajeno al protagonismo que toma el "Tano" por su fuerza interpretativa y sus letras, la banda que hay por detrás (o al costado para ser justos) tiene presencia propia, y con un gran manejo de ritmos y climas dotan de un excelente nivel musical a cada una de las canciones.

En su primer disco, Izquierda Champagne mezcla virtuosismo, excentricidad y humor en la dosis justa, y deja las puertas abiertas a un futuro promisorio.

lunes, 23 de enero de 2012

"Metamorfosis", de El Vuelo de la Grulla

El Vuelo de la Grulla es el nuevo proyecto de Sebastián "Roger" Cardero, ex baterista de Los Piojos y uno de los pocos integrantes de la banda de Palomar que todavía no había sacado nada post separación (el otro es Micky Rodríguez, sin contar al guitarrista por horas, Juanchi Bisio). Pero el que espere encontrar alguna reminiscencia piojosa, que busque por otros lados, ya que nada de lo que sonará a continuación recordará aquellos tiempos. Ya desde el nombre del disco ("Metamorfosis") como el de la banda, que refiere al vuelo migratorio de la grulla, la banda deja en claro que lo que busca, como punto de partida, es un cambio, un volver a empezar.
Para esto, "Roger" se juntó con su hermano Fernando en bajo y Guillermo Cudmani, en voz y guitarra (ambos ex Audire), y sacaron, a fines del año pasado, su disco debut, en el que se mueven entre el grunge y la psicodelia, apoyados en un sonido que mezcla suciedad y potencia en perfecta armonía. La batería de Cardero tiene un protagonismo esencial (escuchar el comienzo del disco o el final de "Agua de mar" abalan esto), siempre bien acompañado por el bajo familiar, y la guitarra de Cudmani, que en su voz e interpretación recuerda por momentos al Skay solista.
Si los que buscan rastros piojosos siguen por ahí, escuchen "Chico viejo", dedicada a “Tavo” Kupinski, viejo compañero de banda que ya no está ("Chico izquierdo, chico viejo, no te puedo encontrar. Ya no estás, no estás. La marea que te aleja hasta otro lugar. Donde no puedo encontrarte, donde no puedo estar.."), pero los que realmente quieran conocer la metamorfosis, prueben con "Duerme niño", "Misiles" y "Sucede", que ahí van a encontrar el gen de este nuevo proyecto.

jueves, 19 de enero de 2012

"Licenciado Cantinas", de Enrique Bunbury

En el mismo camino que "Canciones para aliens" de Fito Páez (aunque sin el proyecto extraplanetario), Enrique Bunbury eligió 15 canciones para homenajear y repasar la música latinoamericana, zona geográfica en la que se encuentra a gusto y siempre es bien recibido.
Como una especie de disco conceptual, Bunbury arma una (típica) historia de amor/desamor, a través de la visión del que durante el proceso se convertirá en el Licenciado Cantinas (y que le dará el nombre al disco), una especie de macho/galán/sufrido/abandonado. Y para contar este tipo de historias, nada mejor que hacerlo a través de rancheras, tangos, chacareras y cumbias, que tan bien sabe interpretar.
La historia, que será convertida en un cortometraje por el director algecireño Alexis Morante (el próximo 20 de enero, lo presentará simultáneamente en España y América Latina, y se llama "Licenciado Cantinas The Movie"), va pasando por todos los estadios del desamor: del amor puro ("Somos hojas en el viento, juntos más alto subimos"), al despecho ("Para qué quiero vivir con el corazón deshecho. Para que quiero la vida después de lo que me has hecho"), pasando por los pedidos, a veces incomprensibles, del abandonado ("ódiame sin medida ni clemencia, odio quiero más que indiferencia porque el rencor quiere menos que el olvido"), para volver a la noche y convertirse en el nuevo álter ego bunburyano ("Cuando llegue el licenciado a la fiesta, todo el mundo lo va a contemplar. Y la negra más linda que encuentre, te aseguro la voy a enamorar"), claro que consciente de cómo llegó hasta ahí ("Si he venido a este mundo es pa sufrir, no puedo encontrar la dicha en la mujer, si me besan y me entregan su querer, se me alejan para hacerme un infeliz"), y que no terminará de la mejor forma ("En lo alto de la sierra, me detuve a descansar. Pero sentí que me iba sin moverme del lugar")
Entre los artista elegidos para homenajear, aparecerán Agustín Lara ("El mar, el cielo y tú"), Louie Ortega ("LLévame"), Alfredo Gutiérrez ("El Solitario"), y Atahualpa Yupanqui ("El cielo está dentro de mí"), entre otros.

Si bien, la idea de escuchar un disco de versiones no suele ser la más atractiva, el proyecto conceptual sumado a la buena musicalización y la siempre impecable capacidad interpretativa de Bunbury, hacen de "Licenciado Cantinas" un disco interesante, y la calidad de imagen del trailer/corte "Ódiame" deja con ganas de ver, por lo menos para saber cómo lo llevan, el corto con la historia completa.

jueves, 12 de enero de 2012

Lo mejor de 2011 (el año antes del fin)

Después de tomarnos unos días de debate (por eso llega unos días tarde) en una maravillosa playa caribeña (gastos a cargo del blog, claro), todos (?) los que hacemos Medio Objetivo definimos en voto unánime lo que nos parece lo mejor que pasó en materia musical en 2011. Para no salirnos de la clásica, aunque sin orden establecido, armamos una clase de podio, o sea, elegimos tres discos, tanto en el orden nacional como internacional. Estos son los ganadores (pueden pasar a buscar su premio):

Discos Nacionales:

- "La calesita de Mamanis", de Las Manos de Filippi
En este material, la banda liderada por Hernán "Cabra" de Vega reedita algunos de sus clásicos (esto hizo poner en duda su participación en los mejores discos de 2011) dispersos en sus diferentes proyectos y los revitaliza con un sonido actual, mezclados con temas nuevos, en lo que marca un nuevo comienzo para la banda.


- "Non Stop!", de Dancing Mood.
Disco triple formado por 46 canciones con las que intentan hacer una reconstrucción histórica del legado ska mundial, que va de las raíces jamaiquinas hasta las nuevas voces.
Participan, entre otros, Pauline Black ("Briston & Miami"), cantante de The Selecter; Rico Rodríguez, considerado uno de los trombonistas más importantes de Jamaica por el lado extranjero; y “Maikel” de Kapanga, Flavio Cianciarulo, y Pablo Lescano del ámbito nacional.



- "Mugre", de Acorazado Potemkin
Acorazado es un power trío formado por músicos de larga trayectoria en el Rock Nacional: Juan Pablo Fernández (Pequeña Orquesta Reincidentes) en la voz y guitarra, Luciano Esain (Valle de Muñecas,Motorama, Flopa Manza Minimal) en batería, y Federico Ghazarossian (Los Visitantes, Don Cornelio y la Zona, Me darás Mil Hijos) en el bajo.
En su disco debut, explotan al máximo un sonido de rock más clásico, apoyado en la lírica/interpretación de Fernández que regala la mejor canción del año ("La mitad") con la mejor frase, claro ("si es cierto que lo nuestro termina, si es cierto que hay que hacerle un final, entonces quiero que te lleves mi hombro izquierdo, que sin tu pelo no lo voy a usar jamás"), todo esto apoyado en el magnífico tándem Esain-Ghazarossian (apellido que obliga a Copiar/Pegar).

Discos Internacionales:

- "Angles", The Strokes
En su regreso tras 5 años de separación, en el que dejaron interesantes discos cada uno, The Strokes volvió con su rock garagero (y algo más), hicieron su mejor álbum desde su debut "Is this it", y como si fuera poco, vinieron y volaron cabezas a mansalva en un show impecable en GEBA.






- "Suck it and see", de Arctic Monkeys
Cuarto disco de los Monos del Ártico, una de las bandas inglesas más interesantes de los últimos años, que, si bien con el correr de los años fueron bajando decibeles y compases, sobre todo si uno los compara con el maravilloso (e indispensable) "Whatever People Say I am That's What I'm Not", vuelven a regalar un puñado de buenas (rockeras) canciones. Y encima, el año que viene (que es este) lo vienen a presentar.




- Noel Gallagher's high flying birds
En su debut solista, tras la separación de Oasis, Noel Gallagher, explota al máximo su capacidad para hacer grandes canciones, y demuestra con creces por qué era considerado la mitad más uno de aquella banda. Igualmente, vale la pena escuchar el disco de su hermano y cía.





Shows a los que deberían haber ido, sino fueron, claro:

Nacional:
Alvy, Nacho y Rubin llegaron al ND Ateneo con su segundo disco de versiones argentinizadas de las "69 love songs" de Stephin Merritt, y dieron un show perfecto (jipi), con invitados varios, y un sonido fiel al de las grabaciones.

Internacional:
Ya fue comentado en el disco, pero lo que hizo The Strokes en su show en GEBA estuvo más allá de toda expectativa. Solo necesitaron de una hora y media para dar una clase de cómo se da un show valiéndose solo (?) de su música (ahí tenés U2).

miércoles, 11 de enero de 2012

"Contra la pared", de Viejas Locas

Para darle un motivo más consistente (o intentar hacerla más interesante) a esta nueva etapa que comenzó en 2009 con aquel (conflictivo) show en Vélez, Viejas Locas lanzó a fines del año pasado "Contra la pared".
En este nuevo material, la banda vuelve al rock crudo/barrial que la caracterizó (salvo en el sorpresivo flamenco "Un frasco vació" con tintes sabineros), y Pity a desnudar sus vivencias en las letras, en el papel de compositor-protagonista de la banda sonora de su vida. Y dentro de este "volver a empezar" rescatan varias canciones anteriores a su disco debut ("Viejas Locas", 1996) que nunca fueron grabadas ("Ella no me quiere creer", "Roca y giro", "Tirado en la estación", "Guacho caracú").
A lo largo del disco, Viejas Locas muestra, en algunos (escasos) momentos, una madurez musical que le permite jugar (o rozar) con un sonido cercano a AC/DC ("Contra la pared"), pasar de los Rolling Stones a una especie de "Celebration" de Kool & The Gang ("Bailando en el infierno"), mezclar un rock puro con coros sesentosos y un estribillo con Vocoder de tintes reggaetoneros ("Ella no me quiere creer"), y hasta meter el famoso arpegio de "Rezo por vos" en una canción biográfica ("En problemas"). Pero en otros (la mayoría) vuelve a caer en un sonido monótono en el que pareciera auto plagiarse, y Pity, aquel poeta barrial que tiene grandes composiciones en su haber y que tiempo atrás supo convertir la simpleza en genialidad, esta vez no lo logra, y la simpleza queda en eso: simpleza pura.

En estos tiempos donde todas las grandes bandas recurren a sus grabaciones descartadas para sacar ediciones de lujo, a veces hay que recordar el por qué fueron dejadas de lados, y volver a cerrar el cajón.

jueves, 5 de enero de 2012

"Canciones para aliens", de Fito Páez

Desde que perdió su lugar entre los mimados del rock (de esto ya hace tiempo), Fito Páez se dedicó a darse gustos, y a preocuparse menos por las críticas. Estas libertades lo llevaron a hacer grandes cosas que, masivamente, pasaron desapercibidas, pero a la vez, las mismas libertades pueden ser las (únicas) que expliquen el porqué de su nuevo disco, "Canciones para aliens".
En este, junto a Leo Sujatovich y gran elenco, el rosarino recoge "las canciones más hermosas del mundo", entre las que, curiosamente o no, no hay ninguna de su amplia discografía, y las reversiona libremente, con traducciones polémicas incluidas.
Así, puristas abstenerse, Páez se anima a meterse en la piel de Freddy Mercury en una versión mucho más que libre de "Somebody to love" ("Las dos caras del amor"), en la de Dylan en "Ring them bells" ("Doblen Campanas"), y llega a límites insospechados para el "Va, Pensiero" de Giuseppe Verdi y "Rata de dos patas" de Eduardo Norberto Toscano (escucharlo como recita el "cuanto te odio y te desprecio" le dará bronca hasta el más "Fitopaezista")
Sin embargo, el disco regala algunos buenos momentos, sobre todo cuando Fito se mueve entre los ritmos y artistas que más se acercan a su estilo, como en "Un beso y una flor", para los más grandes inmortalizada por Nino Bravo, para los más jóvenes por Seguridad Social; en "Construcción" de Chico Buarque, quién además participa en "Tango (Promesas de amor)" de Ryuichi Sakamoto; o cuando respeta las originales ("Yo no quiero volverme tan loco" de Charly García, "Fiesta" de Joan Manuel Serrat y "El breve espacio en que no estás", de y junto a Pablo Milanés).
Según las palabras de Páez, este sería el primero de una serie de discos que harán junto a Sujatovich en los que incluirán "otras canciones de otros lugares y otros autores". Además, en estos días, "Canciones para aliens", a través del proyecto "Música al espacio", una iniciativa conjunta entre Sony Music y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), será transmitido al espacio exterior (de ahí el nombre del disco). Como la primera impresión solo se puede dar una vez, y en este caso, si es que hay alguien allá afuera, será a través de la música, esperemos que ya les haya llegado el envío Beatles.