miércoles, 1 de agosto de 2012

"La Caravana Mágica. Volumen 2", de Gustavo Cordera

La historia (sobre todo en el cine) dice que las segundas partes no son buenas. A la vez, los terceros discos suelen ser un punto de inflexión en las bandas.
Cómo si fuera el clásico chiste o duda existencial (?): ¿de que lado caería si se le ata a un gato en la espalda una galletita con mermelada, "La Caravana mágica. Volumen 2" mezcla ambos momentos.
Este, como bien dice el nombre, está más emparentado musicalmente con su segunda placa que con su primer experimento de un tono más intimista. Sin embargo, las letras están más cercanas a "Suelto", explorando esta nueva etapa que mezcla momentos ClaudioMaríaDomínguezcos/EckhartTollescos/espirituales con el costado fiestero de Cordera, costado con el que parece haberse, de alguna manera, amigado.
En este nuevo material, Cordera desnuda su nueva vida a lo largo de nueve canciones, centrándose en las ambigüedades del humano, y más que del humano de él mismo, con temas en primera persona que le dan un tono confesional al disco.
Así, en "Canción para mi cabeza", sacará sus demonios en medio de una especie de cuarteto ("Con más neuronas que toda china es un ejército que me examina, es insistente más que una mosca, es una máquina que me da rosca"), en "Soy mi soberano", volverá al Cordera Suelto para mostrar todas sus personalidades ("Soy mi dolor, soy mi condena, soy el veneno de mis venas, soy mi remedio, soy mi cura, la enfermedad es mi cordura"), y en "India Negra Cumbia" contará su historia, en lo que sería una segunda parte de "Asalto de Cumbia" ("La Caravana Mágica. Vol. 1"), y regalará uno de los momentos más intensos del disco, cuando cante "El olvido tapa, el olvido esconde, el olvido entierra, nadie sabe adonde el olvido mata, el olvido duele y cuando olvidamos, lo que vive muere...Y yo no voy a morir esta noche sin dolerte", sobre un ritmo que va in crescendo apoyado en la fuerza de la voz de Soema Montenegro.

Con tres discos en su haber, Cordera y cía. muestra una evolución (y aceptación) musical que los encuentra en este material más consolidados como banda, y a la vez con un Pelado que parece haber encontrado (nuevamente) su camino y su lugar. En varios sentidos.