viernes, 12 de abril de 2013

"99%", de Ska-P

"99%", es el nuevo material de Ska-P en el que vuelve a arremeter contra los mismos temas de siempre, temas que preocupan (o deberían, al menos en la visión de Ska-P) al 99% de la humanidad que es dominado por un uno por ciento (de ahí el nombre del disco).
Así, serán castigados políticos en "Canto a la Rebelión" ("Oralé oralé oralé, estos pinches pendejos. La arrogancia que otorga el poder os la vais a comer. Mírales, mírales, mírales, se ríen del pueblo. Usan la represión como solución. Nos quieren callar, nos quieren dormir, nos quieren sumisos. Para mantener tu resignación bajo su control"), la utilización del miedo como herramienta de control en "Se acabó" ("El miedo es inyectado para mantener su orden, fabrica de esclavos de los nuevos dictadores"), las farmacéuticas tras la polémica Gripe A en "Pandemia S.L", el ciudadano televidente ("Ciudadano Papagayo"), los medios ("Radio Falacia"), y ese grupo oscuro y oculto que maneja el mundo, en la magnífica "¿Quienes sois" (los fieles seguidores de las teorías conspirativas deberían amar esta canción), con buenos arreglos de violines.
También hay espacio (un poco menor) para el optimismo como en "Ska-pa", una oda a la unión ("Sin  dejar de bailar sin dejar de reír te prometo resistir, y pelear por un mundo mejor. Quiero vivir bailando ska"), en "Marinaleda", otra de las grande canciones del disco, que habla sobre este municipio (Marinaleda) de la provincia de Sevilla reconocido por su experiencia social ("Donde se cosecha la igualdad brota solidaridad"), y "Maquis", buen tema dedicado a un guerrillero, y con él a todos los que formaron parte de esta resistencia española antifascista, antifranquista y anticapitalista ("No pudieron contigo, ni la guerra ni el fascismo. La lucha continua contra el capitalismo").

Con esa mezcla de ska/punk que los caracteriza, y que los llevó a convertirse en una de las bandas de dicho estilo más convocante de los últimos tiempos (la pseudo presentación del disco en Argentina la hicieron en un Ferro casi colmado), junto a su visión, por momentos catastrófica, por otros (las menos) con dejos de esperanza, Ska-p vuelve a hacer un manifiesto de época, y sí, volverán a ser la banda sonora de los indignados (que no son solo Los Indignados).

viernes, 1 de marzo de 2013

"El Calor del Pleno Invierno", de No Te Va Gustar


La etapa del rock rioplatense, sobre todo el lado candombero, parece haber quedado definitivamente atrás para No Te Va Gustar.
Al igual que en sus últimos trabajos (sobre todo en "Por lo menos hoy"), en "El calor del pleno invierno", NTVG vuelve a centrarse en el rock cancionero, apoyados en la prosa (sufrida) de Emiliano Brancciari.
La reciente paternidad del líder juega un rol fundamental en este nuevo material, ya que le dio otras perspectivas (y preocupaciones) que capitalizó en canciones, como el paso inadvertido e intrascendente por el mundo en "Sin pena ni glorias" ("nunca me metí en problemas, no quedé en ninguna historia, no sé de glorias ni penas, me iré sin pena ni gloria"), los jóvenes/niños transformados por la necesidad desde dos puntos de vista diferentes ("Hijo de las armas", "Destierro), y el futuro hídrico (¿de Sudamérica?) en "Por el agua" (punto para mí por usar la palabra "hídrico" hablando de un disco).
También hay tiempo para volver a los temas clásicos, como en "El Error", una (corta) historia de amor fallida en tono de reggae, "Ese maldito momento", que pareciera hablarle a Marcel Curuchet, el tecladista de la banda fallecido en una accidente durante una gira por Norteamérica, a quién le dedican el disco, y "El último jefe", con destino de hit, que cuenta con buenos arreglos de vientos, (ah, y un "13" vacío).
Además, "El calor del pleno invierno" cuenta con varios invitados ("Desde hace un sueño", con Germán Daffunchio, "Religión pagana", una oda a la música con Jorge "Perro Viejo" Serrano, y "Mil días" con Fernando Ruiz Díaz) a los que Brancciari pareciera haberles escrito las canciones especialmente, ya que todos encajan a la perfección en el tema seleccionado, a la vez que podría pasar por propios.

Con su séptimo disco de estudio, NTVG sigue consolidándose como una de las bandas más importantes de la escena rioplatense y, ante todo, vuelve a regalar un puñado de buenas canciones. De eso se trata esto, ¿no?

martes, 15 de enero de 2013

"Voy", de La Que Faltaba

Faltaba uno. Tras la separación de Los Piojos, Ciro se juntó con Los Persas; “Piti” armó La Franela; “Tavo”, junto al otro ex Pablo Guerra, formó Revelados; “Roger”, con su hermano, El Vuelo de la Grulla, y “Chuky” siguió con su proyecto solista. Pero faltaba uno.
Pos final de banda, Miguel "Micky" Rodríguez se recluyó en San Marcos Sierra. Ahí conoció al guitarrista Rómulo Arnoldi, al tecladista Matías Cardo y al baterista Pablo Ríos, con quienes armó "La Que Faltaba".
"Voy", es el primer disco de este nuevo proyecto en el que "Micky" se hace cargo del bajo, la voz y la composición. En este, Rodríguez sigue en la línea piojosa (basta escuchar "Volver a tu luz" o "Es La Realidad", con unos coros símil Ciro, para comprobarlo), aunque por momentos intenta (y logra) ponerle su propia impronta. "Voy", tema que le da el nombre al disco, es un buen ejemplo de esto, con una hermosa intro de piano y que muestra su lado más intimista ("Miro atrás de tus ojos y puedo ver"), al igual que "Corazón", esta en un tono (o medio) más rockero.
Claro que va a haber tiempo, si se los busca (¿quién no lo hace?), de encontrar guiños al abrupto final de su etapa anterior, como en el corte "Con mi flor" ("La puerta que vos cerrás. Alguien va a abrir después. Con mi flor prendida en el ojal. Atravieso el huracán. Otra vez sin nada en qué pensar. Pero ahora estoy mucho mejor.") o en "Otra Vez", tema que cuenta con la voz y la armónica de Andrés Ciro Martínez ("En el silencio encontré un buen remedio (...) el viento solo movió lo que estaba suelto").

En "Voy", Micky se pone, finalmente, al frente de una banda, y explota lo que ya había demostrado, en pequeñas dosis, en Los Piojos ("Fijate", "Un buen día"). Y lo hace muy bien.
Un buen comienzo, y, ante todo, un esperado regreso.

martes, 8 de enero de 2013

"27", de Ciro y Los Persas


"27" es el segundo trabajo de Andrés "Ciro" Martínez como solista, aunque, claro, suena injusto para "Los Persas", banda que, con algunos cambios (Rodrigo Pérez por Juan José Gaspari y tecladistas intermitentes), lo acompaña desde "Espejos".
En este nuevo material, con producción de Juanchi Baleirón, Ciro sigue en la línea del sonido piojoso, aunque si bien en el anterior se acercaba bastante a la primera época, "27" se emparenta más con la última etapa de la banda de Palomar.
Así, el disco se mueve entre el rock, como en "Astros" punto de partida y corte, que a pesar de sonar 100% Ciro, no es de su autoría (la autora es Carolina de la Presa, su ex), en "Caminando", rock del puro con buenos arreglos de vientos (que incluyen su reconocida armónica) y un gran solo de fondo, en el que Ciro reconoce los riesgos de esta nueva etapa ("El que no se conforma sabe que puede doler"), o "Mi Sol"; Pasa por el famoso Rock & Ross, esa mezcla que caracterizaba a Los Piojos, en "Murgueros", una especie de "Thriller" candombero del conurbano, o en "Ciudad Animal", con su crítica a la (¿qué puede ser?) vida en la ciudad ("Dame en esta jungla un lugar que se pueda subir a la copa del árbol mayor para ver un cielo lejos de promesas huecas, envidias, codicias y de falso amor"). Y, no pueden faltar las "Canciones para que las chicas se suban a los hombros y los muchachos de atrás las escupan o les tiren botellas", como "Mírenla", con destino de hit meloso, "Curtite", "Tal Vez", y "Me Gusta", tema fogonero del disco, y si se puede, para cantar con una chica a coros. En este caso, Ciro lo hace con sus hijas: Katja en voz y Manuela en guitarra. También, hay algunos momentos lisérgicos como en "Barón Rojo" (¿está hablando del faso?) o en "L.V.R.", un raro homenaje al rock.
Aunque la sorpresa vendrá al final, en "Tango del diablo", bonus track en el que se despacha contra varios (¿palo para sus ex compañeros?) que cuenta con música de Charly García, y las guitarras de Juan Carlos y Jorge Cordone, quienes supieron acompañar a Edmundo Rivero.
Cabe destacar el arte de tapa, tema que parece importarle a Ciro ya desde la época de Los Piojos. En  esta ocasión es un libro de tapa dura con fotos e ilustraciones de alta calidad, que le da un plusvalor al objeto antes llamado disco.

En "27", Ciro vuelve a demostrar su capacidad compositiva y su versatilidad como cantante, y si bien, sobre todo en vivo, se extraña la comunión que tenía Los Piojos, funciona como una buena continuación de su historia musical.