miércoles, 10 de agosto de 2011

“Alvy, Nacho y Rubin interpretan a Los Campos Magnéticos. Volumen 2”

El título era premonitorio: "Alvy, Nacho y Rubin interpretan a Los Campos Magnéticos. Volumen I". Y para los que conocen la obra original, "69 love songs" (disco triple), era aún más.
El trío formado por Alvy (Alvy Singer), Nacho Rodríguez (Onda Vaga) y Sebastián Rubin (Rubin y los Subtitulados) editó este año el "Volumen 2", en el que reinterpreta 13 canciones de Stephin Merritt, lider de The Magnetic Fields, y autor intelectual de "69 love songs". Para este material, también cuentan con la aprobación de Merritt e incluyen temas de otras obras como "La Plegaria de la Monja" del álbum Distortion, con la hermosa voz de Eugenia Brusa de Les Mentettes.
Este nuevo disco, si bien ya no cuenta con el factor sorpresa del "Volumen 1", sigue manteniendo los puntos altos. Por un lado, la ironía que caracteriza la prosa de Merritt se conserva a pesar del traspaso de idioma, y se hace más cercanas gracias a la argentinización de algunos términos. Por el otro, la variada instrumentación (guitarras, violín, cello, mandolina, banjo, ukelele, acordeón y cajón peruano, entre otros) genera una diversidad de climas que aporta para refleja el espíritu de cada tema.
El orden de las canciones pareciera contar una historia (¿disco conceptual?. Es mucho quizás, pero...) de una pareja en crisis ("No supe ver que me mirás como un extraño. Que me mirás y no me ves"), y como pasan por todos los pasos posteriores a la separación: El desamor ("Ya no te quiero más), la necesidad de un cambio ("Necesito un corazón nuevo"), y, sobre todo, por los momentos de tristeza y autoflagelación psicológica de la soledad en "No creo más en el sol" ("porque brilla en los demás y nunca sobre mí"), "Con quien bailar" ("Mi vida no tiene sentido ya, solo estoy buscando alguien con quien bailar"), "Besando cosas" ("Yo sigo besando al espejo pensando en vos"), "Infinitamente tarde" ("Y se hace más tarde, y yo estoy tan solo, y caigo muy hondo y profundo en mi pozo"), y "Que gracioso" ("Todos saben donde estás, menos yo"). En el gospel "Besame con ganas", hace su primera aparición Brusa (¿es la nueva chica o la anterior?) cantándole al señor en alguna de sus formas, y volverá en la mencionada "La plegaria de la monja" en la que contará sus deseos ocultos ("Quisiera ser tu camarera, y andar con poca ropa por ahí"). El final será feliz, o al menos en así parece: "Si pudieras saber todo lo que te extrañé, seguro vendrás a dormir y ojalá que luego al despertar lo hagamos como conejitos todo el día sin parar" ("Hagamos como los conejos"). O por ahí nada de esto pasa, y solo son un puñado de canciones que hablan de amor, desamor y más. Habrá que escuchar.

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