El funk tiene una estrecha relación con la noche, la fiesta, el sexo, y esas partes interesantes y hermosas de la vida, sumados a un constante recordatorio al ritmo en cuestión (es casi imposible que pasen tres temas sin que se mencione al funk).
Fiel a estos preceptos, la Federación Afrancesada de Fonk (FAF) sacó su primer disco, y lo bautizó "La vuelta al mundo en 80 noches". En este material, la banda formada por Matías Fernando Baquera (voz líder y trompeta), Hutter Von Fonk (bajo y coros), Duke De Bernardi (guitarra y coros), y Lucas Hernández (batería y coros), se meten en el funk más puro, y demuestran una gran capacidad sonora, apoyados en los arreglos de la guitarra de De Bernardi más la base armada por la dupla Von Fonk-Hernández.
Frases como "Si el destino se cobra una vida muero feliz en la pista" ("Arenas Movedizas"), o una oda al fin de semana largo ("Friday"), sin olvidar el título del disco, demuestran que la noche (con todos sus condimentos) es la vedette del disco. Pero también, FAF muestra otras facetas cuando (en medio de una noche, claro) revive a esos personajes entrañables de los '80 que mantienen la estética funky en "Baracus' Saturday" ("Te voy a hacer la Mister T") o "Citizen Coleman" ("De qué es que tu me hablas Willys"), y hasta se animan a homenajear al rock con un gran mix de "Fanky", de Charly García con "Perra", de Viejas Locas, y algunos guiños a Sumo, en "Fonky Bitch".
Un disco completo que se puede escuchar (no bajar) gratis desde su bandcamp.
Los medios pierden demasiado tiempo intentando demostrarse objetivos. Y nunca lo van a lograr.
viernes, 15 de junio de 2012
viernes, 8 de junio de 2012
"Desnaturaleza", de Fruta Deliciosa
El reggae es el género que más creció en los últimos años dentro de la escena local. De repente, cientos de bandas surgieron, dentro de todas las variedades y fusiones, crearon su espacio (que incluye lugares específicos, fiestas, etc), y hasta lograron meterse en los grandes festivales con noche propia.
Dentro de esta escena, surge Fruta Deliciosa, banda rosarina que en 2011 editó su tercer disco, "Desnaturaleza".
En este nuevo material, la banda aborda el reggae aunque sin cerrarse en purismos, y lo mezcla con ska, cumbia y hasta folclore. Esta búsqueda hace que, a diferencia de muchos discos de este género, no parezca un solo tema/base de poco más de una hora con un muchacho cantando encima, sino que cada canción está arreglada con minuciosidad, lo que le da una identidad a las mismas.
Además, tiene el plus valor de dejar de lado los dos clichés más grandes del genero (la palabra "Babilón" la mencionan una sola vez, y Jah es el gran ausente, al menos explícitamente), demostrando que no hacen falta para hacer buen reggae. Incluso, el tercer cliché es rozado de forma ambigua, aunque no parezca por el título, en "Florecerá".
Si es cierto que el arte surge mayoritariamente en los momentos críticos, Eduardo Alvarado, voz, guitarra y autor de todas las letras del disco, parece haber atravesado una profunda crisis personal (hablamos de amor, claro), y a la vez, ver algo similar en varios aspectos de la vida y del mundo. Esta visión (pesimista en su mayoría) quedó plasmada a lo largo del disco en canciones como "Infeliz felicidad" ("Quise ser tu libertad. Infeliz felicidad. Pero te vas. Pude darte algo mejor. Solo quise darte amor. Pero te vas de mí"), donde da su versión de una ruptura (más parecido a un abandono sufrido); "El Peón", en la que se carga a las clases dirigentes en sus diferentes acepciones; y "Desnaturaleza", un reggae oscuro en el que regala una imagen desoladora del futuro del planeta ("Desnaturaleza, civilización. Memoria perdida, desinformación. Seamos bienvenidos al fin de nuestros días"). Pero todo esto lo cuentan/cantan con una serie de ritmos alegres que, por si solos, transmiten una cuota de optimismo, y que dan ganas de que, al menos en algunas cosas, Alvarado no tenga razón.
Dentro de esta escena, surge Fruta Deliciosa, banda rosarina que en 2011 editó su tercer disco, "Desnaturaleza".
En este nuevo material, la banda aborda el reggae aunque sin cerrarse en purismos, y lo mezcla con ska, cumbia y hasta folclore. Esta búsqueda hace que, a diferencia de muchos discos de este género, no parezca un solo tema/base de poco más de una hora con un muchacho cantando encima, sino que cada canción está arreglada con minuciosidad, lo que le da una identidad a las mismas.
Además, tiene el plus valor de dejar de lado los dos clichés más grandes del genero (la palabra "Babilón" la mencionan una sola vez, y Jah es el gran ausente, al menos explícitamente), demostrando que no hacen falta para hacer buen reggae. Incluso, el tercer cliché es rozado de forma ambigua, aunque no parezca por el título, en "Florecerá".
Si es cierto que el arte surge mayoritariamente en los momentos críticos, Eduardo Alvarado, voz, guitarra y autor de todas las letras del disco, parece haber atravesado una profunda crisis personal (hablamos de amor, claro), y a la vez, ver algo similar en varios aspectos de la vida y del mundo. Esta visión (pesimista en su mayoría) quedó plasmada a lo largo del disco en canciones como "Infeliz felicidad" ("Quise ser tu libertad. Infeliz felicidad. Pero te vas. Pude darte algo mejor. Solo quise darte amor. Pero te vas de mí"), donde da su versión de una ruptura (más parecido a un abandono sufrido); "El Peón", en la que se carga a las clases dirigentes en sus diferentes acepciones; y "Desnaturaleza", un reggae oscuro en el que regala una imagen desoladora del futuro del planeta ("Desnaturaleza, civilización. Memoria perdida, desinformación. Seamos bienvenidos al fin de nuestros días"). Pero todo esto lo cuentan/cantan con una serie de ritmos alegres que, por si solos, transmiten una cuota de optimismo, y que dan ganas de que, al menos en algunas cosas, Alvarado no tenga razón.
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viernes, 1 de junio de 2012
"Tiempos difíciles", de The Locos
Mientras Ska-P termina de grabar su nuevo disco, Pipi, con su proyecto paralelo The Locos, aprovechó el parate (por llamarlo de alguna manera) y editó "Tiempos Difíciles", su tercera placa.
En este nuevo material, The Locos sigue explorando el ska más puro, con un sonido que dificulta demasiado diferenciar del de Ska-P. Incluso la temática abordada a lo largo de las 12 canciones que forman "Tiempos difíciles" (y los discos anteriores también) van por la misma línea de su banda original, con esa mezcla de pesimismo, crítica mordaz y un pequeño (a veces demasiado pequeño) brillo de esperanza.
Lo que debería preocupar al que escucha ambas bandas desde su comienzo (allá en 1994 donde nos avisaban de los problemas de los Reality Shows y hoy la tele de aire casi que se mantiene gracias a los Soñando, Cantando, y hermanos grandes), sobre todo si concuerdan con todos los mensajes, es de notar que nada cambió, salvo algunos nombres y formas.
Así, The Locos aborda temas como la explotación ("Contrato limosna"), la infaltable crítica a los políticos ("Partido de mierda"), al genero humano y sus tratos hacia el planeta ("Espacio exterior"), el llamado a la revolución ("Aires de rebelión"), y el palo correspondiente para Estados Unidos ("Dueños del mundo"), todo adornado con un ska muy bien tocado, pero falto de sorpresas. Lo que no se puede negar es que "The Locos" deja clara su visión del mundo, y que, para muchos, sus discos son una buena postal de época. Y por lo que se escucha, también de épocas sin mayores sorpresas.
En este nuevo material, The Locos sigue explorando el ska más puro, con un sonido que dificulta demasiado diferenciar del de Ska-P. Incluso la temática abordada a lo largo de las 12 canciones que forman "Tiempos difíciles" (y los discos anteriores también) van por la misma línea de su banda original, con esa mezcla de pesimismo, crítica mordaz y un pequeño (a veces demasiado pequeño) brillo de esperanza.
Lo que debería preocupar al que escucha ambas bandas desde su comienzo (allá en 1994 donde nos avisaban de los problemas de los Reality Shows y hoy la tele de aire casi que se mantiene gracias a los Soñando, Cantando, y hermanos grandes), sobre todo si concuerdan con todos los mensajes, es de notar que nada cambió, salvo algunos nombres y formas.
Así, The Locos aborda temas como la explotación ("Contrato limosna"), la infaltable crítica a los políticos ("Partido de mierda"), al genero humano y sus tratos hacia el planeta ("Espacio exterior"), el llamado a la revolución ("Aires de rebelión"), y el palo correspondiente para Estados Unidos ("Dueños del mundo"), todo adornado con un ska muy bien tocado, pero falto de sorpresas. Lo que no se puede negar es que "The Locos" deja clara su visión del mundo, y que, para muchos, sus discos son una buena postal de época. Y por lo que se escucha, también de épocas sin mayores sorpresas.
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