De esta última placa, solo 5 canciones formaron parte del show. Además del corte, pasaron “Todos se van”, “El pasodoble de los amigos ausentes”, “El Perro” y la ranchera “Te solté la rienda”.
El resto del show, El Salmón se dedicó a hacer una muy buena revisión de su discografía, con varios cambios a la lista de los recitales de los últimos años en Capital, para sorpresa de los miles de seguidores que coparon el Luna. Así pasaron “Mi rock perdido”, en un gran recuerdo Rodríguez, “Nunca es igual” enganchada con “Get up, Stand up” de Marley, la hermosa “Comida china”, con explicación lisérgica incluida y, la gema de la noche, “Ni hablar” de “Nadie sale vivo de aquí”. Además, demostró porque su nombre quedó tan relacionado con “El Salmón” incluyendo 6 temas de ese disco (“El Salmón”, “Revolución turra”, “Tuyo siempre”, “Para seguir”, “All you need is pop” y “Output input”).
Un Calamaro bastante locuaz, se tomó su tiempo para recordar al bandoneonísta Rubén Juárez, brindar a la salud de Gustavo Cerati, defender a la tauromaquia y homenajear, con imágenes de fondo, “a los amigos que se fueron primero” en “Los Chicos”.
Con una banda potente y experimentada, formada por Diego García y Julián Kanevsky en guitarras, Candy Caramelo en bajo, Tito Dávila en teclados y José "El Niño" Bruno en batería, Calamaro mostró su lado más rockero y dejó claro que el nombre de su último disco le sienta muy bien.
Foto de Diego Paruelo